martes, 15 de noviembre de 2011

Ya no hay que esperar la Salvación, está disponible ahora

   
En tiempos pasados, los hombres piadosos esperaban que Dios les mandara Salvación, ellos vivían guardando los mandamientos de Dios, poniendo su esperanza en ese día prometido, pero Dios en su tiempo envió a su hijo Jesucristo, a este mundo.
La Escritura nos dice acerca de esto "y vimos su gloria", que glorioso momento para este mundo El Dios de los cielos se hizo hombre y habitó en medio de nosotros, aquel a quien tantos hombre piadosos habían esperado anciosamente, se había hecho presente en la historia del hombre.
Vivió en medio de los hombres, nos predicó las Buenas Nuevas de Salvación, nos dió a conocer al Padre (Dios) y nos prometió la venida del Espíritu Santo.
Su vida fue intachable, llena de amor y misericordia hacia los hombres, la Escritura nos dice que "de tal manera amo Dios al mundo que envió a su Hijo unigénito, para que todo aquel que crea tenga vida eterna"
No solo nos habló la Palabra de Dios, sino una vez terminada su obra, en la tierra, tomo nuestro lugar en la cruz del calvario y murió por nosotros, para darnos la vida eterna.
De esta manera ya no es necesario esperar la Salvación que Dios mandaría, esta vino y se hizo visible ante los ojos de los hombres y hoy solo tenemos que creer y aceptar su sacrificio, para gozar de esta gran salvación.
Así pues, no sigamos esperando, sino vengamos y rindamos nuestro corazón a aquel que tomo nuestro lugar en la cruz para gozar de todas las bendiciones que Dios en su misericordia ha preparado para todos los que creen en Jesucristo.