En los tiempos que corren, nuestras esperanzas se ven duramente golpeadas, por una realidad aplastante, LA CRISIS, una palabra demasiado usada pero que esconde el drama de miles de familias.
A veces solo significa una palabra más, para nosotros. Pero realmente son miles de historias personales, el padre angustiado que no sabe a quien recurrir para suplir las necesidades de sus hijos; el marido o la mujer que en su desesperación arremeten contra aquel que a pesar de que lo aman, termina pagando con duras palabras y hechos su frustración. La madre que desesperada deambula de un lado a otro buscando la solución a sus problemas, el niño temeroso que no entiende bien lo que sucede, pero que experimenta como duros golpes la situación que atraviesa, el joven que trata de olvidar que no hay futuro alagador para su vida y trata de abrirse camino en medio de una sociedad deshumanizada.
Pero hay alguna respuesta? Hay acaso una solución satisfactoria, para cada uno? ¿Hay quien ayude en estos momentos de desesperación y desasociego.
Recordamos las palabras de un salmista que dice en las Escrituras, "Alzare mis ojos a los montes de donde vendrá mi socorro" y contesta el mismo "Mi sororro viene de Dios quien hizo los cielos y la tierra".
Que gran verdad solo el que creo al hombre puede solucionar los problemas del hombre, así como el creador de una obra conoce todos los pormenores y sabe que pieza tocar para reparar su mal funcionamiento, así SOLO DIOS QUE NOS CONOCE, PUEDE REPARAR TODO MAL, que en nosotros se encuentre. El tiene la medicina, el sabe como tratar con nosotros.
De tal manera que te invito a alzar tus ojos a Cristo, el Dios hecho hombre que habitó en medio de los hombres, que conoce lo que hay dentro del hombre y que tiene el poder para ayudarte en tu caminar, el es tu ayudador, el está sentado a la diestra del padre y dispuesto a interceder por tí, ven a él, y el te dará la fortaleza, la paz para atravesar esta Crisis y sacarte en victoria.